La industria del motor asistió ayer al nacimiento de una nueva y poderosa alianza estratégica. Renault y Nissan, que están hermanados desde 1998, van a unir sus fuerzas con Daimler, el fabricante de Mercedes, con el objetivo de compartir costes y lograr sinergias para hacer frente a una crisis que está obligando a los fabricantes de automóviles a reducir aún más sus gastos de desarrollo.
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